Tras su fallecimiento, la legendaria actriz estadounidense dejó un fuerte legado de su trabajo en el mundo cinematográfico, haciendo que sus personajes fueran característicos de una mujer femenina y hermosa pero, ¿qué hay detrás de esta belleza que traspasó fronteras?

Norma Jeane Mortenson, conocida como Marilyn Monroe, nació en Los Ángeles en 1926. Fue una niña con una infancia dura y lejos de sus padres quienes la dejaron con un matrimonio amigo durante 7 años hasta que ingresó a un orfanato que la cuidaría el resto de su infancia y adolescencia. 

Fue hasta 1946 cuando un fotógrafo de moda la descubrió y la invito a hacer algunas fotografías. Su encanto natural y su belleza hicieron que muchos más voltearan a verla y se convirtiera así en un ícono de la época. 

Su forma de ser tan vivaz logró que rapidamente la aceptaran en el colegi ode arte dramático en el Actor’s Lab de Hollywood, institución que la ayudaría a prepararse para las películas que le ofrecerían.

Así, comenzó a trabajar como actriz de reparto para 20th Century Fox tomando la fuerza necesaria para después protagonizar películas como “Niagara”, “Los caballeros las prefieren rubias” y “Cómo casarse con un millonario”. 

Durante este tiempo tuvo tres matrimonios fallidos; el primero con el joven James Dougherty, después con el popular beisbolista Joe DiMaggio y, finalmente con el dramaturgo Arthur Miller. 

La actriz y modelo tuvo una vida difícil y un supuesto problema psiquiátrico aparentemente heredado de su madre. Se dice que después de años de soledad y estar apartada de los medios, murió por una sobredosis en su departamento en California. Tras esta pérdida, muchos fanáticos enaltecieron su vida para convertirla en una de las estrellas más notables del cine norteamericano. 

Para que sigas conociendo más sobre la vida de este increíble ícono de Hollywood. Te recomendamos que veas estas cintas:

Mi semana con Marilyn Monroe:

La vida secreta de Marilyn Monroe: